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Blog Mercado-Vino / Sábado 4 de Enero de 2014
Desde siempre, Vino
El vino acompaña la historia de la humanidad desde el principio de los tiempos, ofreciendo una variedad de gustos a partir de las diversas regiones, los diferentes cultivos, el suelo y el clima, el terruño y la forma de elaboración.
La historia del vino se remonta más allá de nuestros conocimientos, se cree que el vino se origino en la Edad de Piedra y que es una de las primeras creaciones del hombre. Como la uva es el único fruto que fermenta naturalmente, al dejar su jugo en una vasija, el vino se hará solo.
bió su vino y se embriagó.
Todos los poetas de aquella época, e inclusive muchos fragmentos del Antiguo Testamento dedicaron largas loas al vino.
El vino fue una bebida muy apreciada en el Antiguo Egipto. Era consumido solo por la realeza y la corte. Se le consideró como una bebida divina, por lo que se utilizaba en los rituales religiosos, en las provisiones funerarias y en las ofrendas a los dioses.
Existen pruebas que se remiten a la época de la dominación griega (1.000 años AC). Recordemos que los clásicos Griegos tenían su propio Dios del vino: Dionisios que en la mitología Romana tomó el nombre de Baco, pero en ambos casos se los representaba de forma similar: Robusto, con una copa en la mano y coronada su frente por pámpanos relucientes y en plena sazón.
No dudamos que en las famosas fiestas dionísicas o báquicas, el vino se apreciaba más por su cantidad que por su calidad y hoy pocos dudan de que aquellos vinos debían ser bastantes deplorables, de color indeciso, dulzones y sin ningún estacionamiento.
Tampoco caben dudas que el mayor acontecimiento agrícola y el de mayor trascendencia para historia del vino fue la implantación de las viñas en las Galias. Cuando los romanos se retiraron de lo que hoy es Francia, en el siglo V, ya habían sentado las bases de los mayores viñedos del mundo actual. La historia marca que los romanos partieron de Provenza, ascendieron por el valle del Ródano y llegaron hasta Burdeos, hoy la capital de la vitivinicultura.
En la Edad Media los vinos eran densos y se mezclaban con hierbas aromáticas, especias, miel y agua. A los monjes se le debe la supervivencia de la vitivinicultura dado que popularizaron el uso del vino en ceremonias religiosas.
A fines del siglo XVII, con el descubrimiento de las botellas y la crianza en madera, nacen los vinos de calidad y su consumo aumenta por la demanda de las clases sociales altas.
El gran impulso de la industria vitivinícola para tomar las dimensiones actuales comienza en el siglo XIX, America Latina es la salvación de los viñedos del viejo mundo, cuando los expertos agrónomos descubren que las estacas de vid, injertadas sobre pies de viñas de esta zona logran resistir la depredadora plaga de filoxera que pandía en el viejo mundo, en esta época la industria cayo en una profunda depresión y solo crecieron los productores de zonas no afectadas.
En el siglo XX se comienza a recuperar la industria, pero la primera guerra mundial marca una modificación en las costumbres y se eleva el consumo de vinos de mesa.
En las ultimas décadas, el mapa de la vitivinicultura se ha ido ampliando al incorporarse importantes zonas productoras como el Norte de California, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Argelia y la Ex Unión Soviética, con perspectivas muy promisorias. Los vinos provenientes de cada zona muestras una gran amplitud de colores, aromas y sabores.
Hacia delante, la tecnología, en materia de cultivos y de elaboración, tomará las decisiones de incorporar nuevas zonas vitivinícolas consideradas no viables hasta hace algunos años.
Fuentes:
Vino Argentino. Manual Práctico. J. Dengis-M.F. Dengis. Ed. Albatros. 2013