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Blog Mercado-Vino / Domingo 29 de Marzo de 2015
Historia del Vino 1.5
Resumimos la evolución sociocultural económica Cuyana
Antes de la llegada de los Españoles: Los Huarpes
Estos pueblos indígenas constituyeron la última cultura indígena que pobló Cuyo.
Físicamente los huarpes eran altos, velludos, de hombros anchos, delgados, de piel oscura. Usaban el cabello largo adornado con plumas. Se pintaban el rostro en ocasiones de ceremonias con líquidos vegetales.
La Guerra de Arauco
Fue un prolongado conflicto que enfrentó a las fuerzas militares de la Capitanía General de Chile pertenecientes a la Monarquía católica y aliados indígenas, contra facciones mapuches y algunos aliados pertenecientes a los pueblos cunco, huilliche, pehuenche y picunche.
La zona del conflicto estaba comprendida entre el río Mataquito y el seno de Reloncaví, situándose la mayor parte de ella entre Concepción, la zona costera de la actual región del Biobío y la región de la Araucanía.
Este conflicto duró aproximadamente tres siglos, entre 1536 y 1818, pero con diferentes grados de intensidad —llamándose «guerra armada» propiamente tal alrededor de la mitad de ese período— y con distintos períodos de paz —gracias a la realización de «parlamentos»—. Posteriormente, traería como consecuencia el conflicto chileno-mapuche conocido como «Pacificación de la Araucanía».
Según palabras de Felipe II, este conflicto costó la mayor cantidad de vidas españolas en el Nuevo Mundo, por lo que empezó a ser conocido como el «Flandes indiano»
Desde el comienzo de la colonización, y hasta la incorporación al Virreinato del Rio de la Plata, es decir durante dos siglos, Cuyo fue una de las once provincias del Reino de Chile, al que brindaba una vía de comunicación con la zona central del Tucumán, un bastión de retaguardia y aprovisionamiento de hombres en la Guerra de Arauco contra la resistencia indígena e importantes recursos, entre ellos el principal: Mano de Obra de explotación mediante las Encomiendas.
Vinculo sociocultural con las Vitis: Agricultura intensiva y minifundios.
El trabajo intenso, sostenido durante todo el año, para cultivar la viña, generó un modelo de agricultura intensiva, orientada a la agroindustria. Este modo de producción contribuyó a promover el desarrollo de la pequeña propiedad, con fuertes pautas de movilidad social. A diferencia de lo ocurrido en la mayor parte de América Latina, donde predominaron los latifundios y las oligarquías terratenientes, en los espacios donde predominó la viticultura como eje de la actividad económica (Cuyo, Chile), se constituyeron sociedades económicamente más integradas y políticamente más estables. El camino se trazó mediante el trabajo intensivo al pie de la viña, sostenido durante siglos. Sobre esta base se iba a poner en marcha, a partir de fines del siglo XIX, la vitivinicultura moderna en la región.
Mendoza y San Juan son representativas no solo de Argentina, sino de Chile también
Desde su fundación en 1561 y hasta el 1776 donde se crea el Virreinato del Rio de la Plata, ambas ciudades formaban parte de la provincia de Cuyo del Reinado de Chile. Dentro de este espacio Socioeconómico fue el principal polo Vitivinícola de América Latina en los siglos XVIII y XIX.
En aquellos años Cuyo tenia estrechos vínculos con la Serena y el Valle Central y la dinámica zona de Penco y Concepción.
Los arrieros aseguraron un servicio regular de transporte de carga capaz de cruzar Los Andes para enlazar las ciudades.
Se formó una suerte de Clúster donde las novedades tecnológicas se difundían por todo el reino.
También fue relevante los lazos con la vitivinicultura peruana, porque el Reino de Chile pertenecía al Virreinato de Perú, lo que aseguraba un contacto constante a través de los barcos en la ruta de Callao a Valparaíso: Lima era la gran capital de América del Sur, irradiaba conocimiento, pensamientos, ideas, creatividad e innovación. Durante los siglos XVI y XVII los viticultores peruanos ejercieron el liderazgo indiscutido de la industria del vino en América del Sur.
Los Lazos entre Santiago y Lima fueron una gran ventaja para Cuyo, las haciendas, conventos y monasterios peruanos y chilenos operaron como verdaderas estaciones experimentales, encargadas de aclimatar y adaptar las plantas europeas al clima y suelo americano.
Los cuyanos supieron aprovechar estas ventajas comparativas y convertirlas en competitivas, promoviendo los viajes de los arrieros y los viajes de estudios y negocios de los jóvenes cuyanos, de esta forma se crearon las bases de una industria dinámica y ambiciosa capaz de competir con los vinos españoles en el incipiente mercado de Buenos Aires.