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Blog Mercado-Vino / Martes 20 de Mayo de 2014

Marcelo Pelleriti, el enólogo argentino creador del vino de los 100 puntos

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podríamos definirlo como un ejemplo de la sencillez de la perfección. Marcelo Pelleriti realizó el vino Chateau La Violette 2010 en Pomerol, Francia, el cual fue calificado con 100 puntos (perfecto), por el principal gurú internacional del vino, Robert Parker. Cada año, son sólo un puñado los vinos que acceden a ese nivel de puntuación, y es la primera vez que un enólogo argentino lo logra.

Es un hito para la enología argentina. Podremos estar de acuerdo o no con estos temas de los concursos y de los “puntos” en los vinos (nuestra posición al respecto es más negativa que positiva), pero no se puede negar su existencia, hacerlo sería como tapar el sol con un dedo. Están insertados en el mercado, y marcan tendencias. Y ya que existen, que un representante local posicione su vino en la cima del ranking, es un verdadero y gran motivo de orgullo. Y más aún que sea una persona como Pelleriti, que por donde uno lea una nota sobre él, se encuentra siempre con elogios hacia su persona, con sus amigos a la cabeza, resaltando su bondad, humildad, y buen ser. Luego de la conversación que mantuvimos, se puede intuir que no se equivocan en absoluto.

Marcelo encara dos cosechas por año: una en Argentina con la Bodega Monteviejo, y la otra en Francia con el Chateau Le Gay y el Chateau La Violette, todas propiedad del mismo grupo. No debemos dejar de resaltar que el otro vino que realiza en tierras galas, el Chateau Le Gay, obtuvo ni más ni menos que 99 puntos de calificación, lo cual se vio eclipsado por el récord de La Violette. De todos modos, las creaciones de Pelleriti venían hace ya algunos años rozando la perfección.

Chateau Le Gay y Chateau La Violette distan el uno del otro a 2 km, ambos insertados en la zona de Pomerol, rodeados por varias de las bodegas más emblemáticas y reputadas de Burdeos. En el caso de La Violette, se encuentra en la zona más alta de Pomerol, contando con vides muy antiguas, que requieren mucho cuidado, ya que poseen enfermedades a raíz del descuido que sufrieron hasta que fue adquirido el Chateau en 2006, además de las originadas por la humedad y por la propia edad de la planta.

Chateau Le Gay, adquirido en 2002, está emplazado en lo que Marcelo nos comentó que se define como “el triángulo de oro”, por la calidad del terroir. “Estoy trabajando en los terruños top del mundo, enológicamente hablando. Más no se puede pedir”, afirma. “Pomerol es una zona de 700 hectáreas, donde se ubican 120 Chateau. La Violette cuenta con sólo 1,7 hectáreas, de donde se obtienen nada más que 4,000 botellas.”

El vino de los 100 puntos, La Violette 2010, es un 100 % Merlot, de vides muy viejas, plantadas en un suelo arcilloso, con graba y calcáreo (carbonato de calcio), un régimen de lluvias de 800 mm al año, y un clima muy propicio para el buen desarrollo del fruto. El Chateau Le Gay 2010 se compone de 85 % Merlot y 15 % Cabernet Franc. “El Cabernet Franc de Pomerol es inigualable, no he probado uno similar en ninguna parte”, asegura Marcelo.

“El cuidado del viñedo es importante y fundamental para obtener un gran vino, pero también lo es la mano del enólogo en la bodega.” Los racimos y las uvas son seleccionados por un grupo de 60 personas, grano a grano. Luego comienza la microvinificación en barricas nuevas de roble francés, con una maceración pre-fermentativa en frío, un suave aplastado de las uvas dentro de los barriles, y la fermentación. Una vez finalizado el proceso, se retiran los sólidos (pieles-semillas) y el vino realiza una crianza durante 18 meses en esos mismos recipientes.

“No me interesan mucho los análisis químicos, me voy guiando por lo que siento en el momento, por lo que degusto. Tanto para elegir el instante de la cosecha, como para analizar la marcha de la vinificación, pruebo el fruto y el vino. Así es como lo hago”. Si uno lo escucha decir, parece fácil, pero Marcelo es todo un artista, con años de estudio y experiencia. Cuando le consulté si se podría comparar el Merlot del cual nace La Violette con alguno de Argentina, me respondió: “No, no se puede. Porque el vino de cada lugar es la cultura de ese pueblo. Francia nos lleva muchísimos años de ventaja de trayectoria.”

“Pero aún así, cuando viajo a otro país, la gente me dice 'argentino, de la tierra del Malbec caro', y que nos identifiquen con algo ya es muy pero muy importante, así como identifican a Australia con el Syrah, a Napa con el Cabernet Sauvignon, o a Pomerol con el Merlot.” También Pelleriti me brindó un dato muy curioso: “Dos horas. Sólo dos horas se necesitan para que se venda la totalidad de la producción de La Violette. En ese periodo son compradas todas las botellas.”

Marcelo define a La Violette como “un vino intenso, con mucha fruta, mucho mineral, madera, y un largo final, todo equilibrado”, en tanto que Le Gay es “un tanto más especiado y mineral”. Sin dudas, como decíamos al comienzo, Marcelo Pelleriti acaba de escribir una página muy importante dentro de la enología argentina, siendo aún muy joven (43 años), consolidándose como un ejemplo a seguir y un ícono dentro del mundo del vino.