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Blog Mercado-Vino / Miércoles 14 de Mayo de 2014

Tendencias: Nuevos negocios de la mano del buen vino

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El nombre Catena es sinónimo en Argentina y en el mundo vinícola, de gran empresa

Alejandro Vigil tiene galardones como enólogo para ser, en estos tiempos, el mejor en su profesión en el país. Valle de Uco, es la más alta región de vino de Mendoza de gran prestigio.

En estos tiempos de exaltación del terruño, lograr la suma de estos factores en un punto casi inexistente para el resto de la vitivinicultura mundial, con el prestigio renovado de Robert Parker jr., tiene destino de leyenda: Gualtallary.

Esto es lo que importa para un comentarista informado para analizar los 97 puntos de El Enemigo, un vino cabernet franc elegido por Robert Parker, para encabezar su lista de evaluación del año 2014. Y El Enemigo seguramente merece esta distinción, aunque a  veces la distancia nos juega una mala pasada al analizar etiquetas a las cuales no tenemos acceso aún.

Gualtallary es una pequeña región de Tupungato al borde del Valle de Uco, en Mendoza, de apenas 200 kilómetros cuadrados de extensión. Tiene la gran virtud de pertenecer a la gran zona de moda de Argentina: Valle de Uco. No fue hasta la década de los 90 – gran período de inversiones en la industria vitivinícola de Argentina al amparo de una economía favorable - que muchos comenzaron a afincarse en el lugar: Andeluna Cellars, Jean Bousquet, Mayol, Rutini, Finca Sophenia siguieron al político – ex Ministro del Interior del Presidente Carlos Saúl Menem – mientras que más recientemente Zorzal, Raffy y Freixenet sumaron presencia.

Cuando llegaron Doña Paula, Benegas Lynch, Riglos, Zuccardi y Aleanna (Esta última un proyecto personal del enólogo Alejandro Vigil con Catena), algunos comprendieron que tenían en sus manos el número premiado.

Gualtallary tiene una característica. La periodista de vinos Gabriela Malizia, señalaba en mayo de 2012 en Planeta Joy que una de las virtudes del terreno es su dureza pétrea difícil de perforar. Las raíces de la planta deben batallar contra esto, produciendo poca uva, originando vinos muy concentrados. Para esos días, el enólogo Alejandro Vigil señalaba  que se logran caldos “con personalidad, texturas y acidez natural poco comunes, una frescura diferencial, con carácter aromático, casi salvaje”.

Bingo: la apuesta de Vigil llegó a las nubes empujado por Parker y su aureola: ¿Cuánto cuesta hoy en ese terruño – que sí expresa cabalmente la definición de característica de suelo, microclima, cultura y técnica de viticultura y vinificación – una parcela que en el 2012 valía 70.000 dólares la ha.?

Este es el valor agregado de El Enemigo, con seguridad el vino argentino que merece la casi cúspide de la escala de Robert Parker, sustentado por la sabiduría de Alejandro Vigil.